No más plata para políticos irresponsables
¿Conocen, realmente, los burócratas del Estado–en los Ministerios de Hacienda, Presidencia, Planificación o el Banco Central de Costa Rica–lo que cada ciudadano costarricense necesita?
Por supuesto que no tienen la menor idea. Los políticos irresponsables que disponen arbitrariamente de los recursos de todos los ciudadanos nunca se tomaron la molestia de preguntarle a trabajadores, empresarios, inversionistas, amas de casa o estudiantes qué es lo que quieren. En la práctica, gastan en esto o en lo otro porque así se les ocurrió, sin justificación alguna. Por esto, no deben de sorprendernos los desastrosos resultados de la gestión del Estado:
I. Más de 1,000,000 (un millón) de costarricenses bajo la línea de pobreza (20% de la población).
II. Crece la desigualdad y las brechas entre los ingresos de los que más tienen y los que menos tienen se hacen cada vez más grandes.
III. La infraestructura del país está entre las más malas del mundo.
IV. Nuestro ambiente para hacer negocios es una vergüenza (121 de 183 países).
V. El desempleo sigue creciendo (8%).
VI. El Estado no maneja indicadores de gestión ni la información necesaria para determinar si gasta bien o mal el dinero que extrae a los ciudadanos.
VII. Los problemas relacionados con seguridad, violencia y narcotráfico son cada día más frecuentes.
VIII. Aprueban impuestos que dificultan la creación de empresas y la operación de las existentes, favoreciendo la informalidad y la destrucción de empleos.
IX. Se han tomado las medidas necesarias para provocar una crisis, sin precedentes, en la Caja Costarricense del Seguro Social.
X. Se aprueban presupuestos ilegales, se dispara la deuda pública y se pretende aprobar más y más impuestos para mantener un sistema de privilegios, ocurrencias y pago de favores políticos.
A pesar de esto, los encargados de la política económica del Gobierno nos dicen que todo marcha muy bien, mejor que nunca. Seguramente se refieren a su situación personal y la de sus amigos que se ven reflejados en los Presupuestos ILEGALES que se financian con más y más deuda, impuestos e inflación.
Ante esta realidad, es mejor que trabajadores, empresarios, inversionistas, amas de casa y estudiantes mantengan el dinero en sus bolsillos y sean ellos quienes decidan qué es lo que quieren hacer con su dinero y tomen las decisiones de consumo o inversión que mejor satisfacen sus necesidades y preferencias.
¡Detengamos esta payasada!
¡NO más impuestos!
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